Hay veces que actualizar el sistema puede llevar 15 segundos.
Otras, un día y medio.
2 de julio. Tenía 153 paquetes para renovar. 2 me dieron error así que los desmarqué, intenté de nuevo. Nada. Muchas veces el registro me canta el tipo de error. «El archivo poronga.cab ya existe». Bien. Borrando poronga.cab se sigue adelante.
Pero ahora no hay detalle. En este punto, alguna vez solucioné con un par de comandos que encontré buscando. Pero ahora eso no está funcionando. Bueno.
Ya suma a otra cosita que venía jodiendo y no se arreglaba. El programa que gestiona respaldos pide contraseña en cada inicio. La última vez, se arreglaba instalando un programa y configurando 2 boludeces. Pero ahora nada. Bueno. Decido instalar nuevo sistema. Pongo a bajar 2 ISO para tener alternativas.
Instalo un programa para grabar las imágenes ISO vía USB. Aparece otra tranca, si me dan un momento, copio y pego.
«Please install a polkit authentication agent for your desktop environment of choice to continue»
La primera vez que veo algo así, en años que llevo haciendo esto.
Me empiezo a poner verde. Las dificultades no son problema, hasta que se presentan escalonadas, todas el mismo día. Este sistema operativo me venía gustando. En otras máquinas corre como gacela.
Pego la frase del error en el buscador y aparece pero ligado a otras cosas que nada que ver.
Instalo otro programa para grabar pendrives, aunque dudo que sirva, lo pruebo igual.
La espiral de semáforos rojos no se detiene en esta zona. Cuando hice café, entre las esperas, salió un invento con un cuchillo para sostener el porta filtro sobre la cacerola. Saqué una foto. Pero la entidad que se formó con la abundante yeta del día no me dejó disfrutar. La cacerola no estaba bien apoyada y el filtro se inclinó para atrás, cayendo el agua recién cafetada en la leche que estaba calentando en la otra hornalla. Manchó también la cortina y otros lugares. Ta. Ya es cualquiera.
No quiero abusar de la paciencia, pero hubo otra cosa. En medio de todos los trámites, tenía conectados 2 disco duros más uno externo y algún pendrive que alternaba. No siempre estaban accesibles cuando los precisaba, al reiniciar le daba por desconocer alguno, entonces había que sacar y poner, a veces reiniciar de nuevo, para ver que ahora sí reconoce ese pero desaparece otro. Suficiente.
Decido parar, grabar en casa 3 pendrives -porque al final bajé 3 sistemas- y traerlos preparados. Mañana. El primero que entre, queda.