En el sueño había un kiosko en la esquina de una plaza en Buenos Aires con forma redondeada.
Alguien mencionó al pasar que parecía la mejilla de Rada. Nadie había reparado en eso, pero en estas cosas basta que se nombren para que luego florezcan.
A veces, una situación despierta simpatía y lo improbable condiciona a favor. Una periodista pescó en el aire y publicó una nota, pero ya entonces esa esquina era punto de encuentro.
La viralización llegó hasta el músico pero no hizo mayores comentarios. Qué se supone que podía decir ¿No? La dueña del kiosko estaba contenta. Los móviles de tv de la tarde pasaban por ahí cuando no había noticias en la calle.